Escribo éstas líneas como un mensaje al futuro.
Letras para ser leídas cuando el «hoy» no importe.
Cuando el actual frenesí, totalmente absurdo
no sea mas que unas risas en el pasado.
Cuando las tragedias de nuestro «presente»
sean meras líneas, una broma, en la historia.
Las dudas existenciales y morales del «hoy»,
y que también fueron del «ayer»,
que tan primordiales nos parecen,
y que tan banales espero se antojen al leer éstas líneas.
No creo en «Dios».
Tampoco lo necesito para querer a las personas
u obrar con una cierta bondad.
O dar un abrazo, o una sonrisa.
Tampoco Dios me impediría el enfado
ante lo que veo injusto.
Eso no me hace ser mejor o peor persona,
pero define quien soy:
Una rama firme en sus errores y aciertos,
frágil en sus raíces y sentimientos,
quebradiza ante la fuerza de otros planteamientos
si vencen su flexibilidad con buenos argumentos.
En el futuro ésto será de risa,
pero hoy, es el cimiento de ése futuro.
Y éste mensaje en una botella
es para que no lo olvidéis,
que el futuro solo es el «presente del mañana»,
y que las inquietudes del ayer, que hoy son risa,
lo mismo pasará mañana.
Así que reid, y luchad, Nunca cejéis en lo que es justo,
porque nunca se sabe.